Como objetivo principal, este espacio propone la elaboración de vino, contemplando todas sus etapas: esto es desde la cosecha de la uva hasta el fraccionamiento en botellas destinadas a la venta.
El trabajo comienza con los alumnos de 5° año, quienes durante los meses de vendimia (febrero-marzo) son los responsables de la cosecha llevada a cabo en la finca experimental de la escuela, donde se cultivan las variedades Cabernet Sauvignon y Bonarda en viñas (sistema en espalderas).
Más tarde, la tarea está a cargo de los estudiantes de 6° año. Ellos trabajan en la bodega, de forma práctica, bajo la dirección del Enólogo Carlos Roberto Lalik, al mismo tiempo que aprenden la teoría en el espacio curricular “Enología”, dictado por Santiago Víctor Silva.
Una vez fermentado el mosto y hecho el vino, los chicos comienzan a trabajar en el descube, operación que separa los orujos del vino, los cuales son prensados y empleados como materia orgánica y control de nematodos en la finca.
Los tanques se llenan con el vino obtenido y, por efecto del frío y la gravedad, precipitan las borras gruesas que fueron ya separadas por trasiego a otro tanque. De ser necesario, se realiza un segundo desborde. Luego, se lleva a cabo el clarificado con bentonita y gelatina para más tarde separar las borras y filtrar, en caso de requerirlo así. Ahora solo resta fraccionar el vino en botellas y etiquetarlas.
La Bodega Piloto de la Escuela ha sido declarada Patrimonio Histórico y Cultural Departamental, ordenanza 4740/2020 del Honorable Concejo Deliberante de General Alvear, y de Interés Provincial por la Honorable Cámara de Senadores de la provincia de Mendoza.
La bodega piloto de la Escuela de Agricultura está equipada con la siguiente maquinaria:
- una despalilladora pequeña (tamaño usual para una bodega artesanal),
- filtros de placa,
- tres tipos de bombas, entre las cuales se encuentra una de rotor flexible -muy empleada en el sector, ya que sirve para movilizar los vinos sin que estos incorporen oxígeno-,
- tres tanques de acero inoxidable -500, 450 y 350 litros-, y uno de PVC destinado a la fermentación,
- cuatro piletas de hormigón armado (dos de ellas, en proceso de restauración),
- una llenadora manual de dos picos,
- y una tapadora, también, manual.
Este espacio se articula, también, con “Prácticas Profesionalizantes”, asignatura a cargo de Mariana Coveperthwaite. Aquí, los jóvenes recorren las distintas bodegas de nuestra zona para observar las maquinarias que se utilizan de forma industrial y los distintos equipamientos con los que cuentan, además de aprender acerca de la historia de la vitivinicultura en el departamento.
En estos momentos, está trabajándose en la reapertura del Laboratorio de Enología para poder llevar a cabo análisis y ensayos en los vinos elaborados.