Así lo destaca Mabel Figueroa, directora de la Escuela Técnica 4-113, con quien tuve el agrado de conversar acerca de la propuesta y de compartir junto a sus alumnos el proceso de creación de los trofeos, que se otorgarán a los primeros puestos de las 58 Olimpíadas de la Escuela de Agricultura.
Desde 2022, y como resultado de la puesta en marcha de “Ecolimpíadas”, los estudiantes de 3° año de la Escuela Técnica, en el marco del espacio curricular “Producción de piezas” -a cargo de los profesores Francisco Guidarelli y Andrés Pérez-, son los responsables de confeccionar cada una de las piezas que forman parte de los premios con que son reconocidos los campeones de las distintas disciplinas deportivas de nuestras Olimpíadas.
El año pasado, los chicos de la Técnica tuvieron la ardua tarea de producir, aproximadamente, trescientas medallas. El proceso resultó, en gran parte, una experiencia agotadora: el tamaño de las mismas los obligó a invertir demasiado tiempo en pulirlas y que quedaran perfectas. De cualquier manera, la realización los llenó de satisfacciones, ya que en la materia acostumbran solo a ejecutar piezas mecánicas, respetando el perfil de la institución.
En este nuevo ciclo, la propuesta es un tanto diferente, buscando alivianar y agilizar el trabajo. Como mencioné al principio de esta nota, los jóvenes se encuentran, en estos momentos, fundiendo los moldes que darán forma a los trofeos. Y, si bien es una labor que se asemeja a “una receta de cocina” -como lo describe Mabel- por la precisión que requiere el proceso, es cierto que la fabricación, esta vez, no da tantos dolores de cabeza.
“El proyecto ‘Ecolimpíadas’ busca alentar la reducción, el reciclaje y la reutilización de residuos, acciones que son promocionadas desde la Dirección de Gestión Ambiental del Municipio -con quien se dio forma al proyecto-, pero, también, forjar relaciones entre las dos comunidades educativas, fomentando la sociabilización de los chicos. Por otro lado, muestra y pone en valor actividades propias de la Escuela Técnica que, generalmente, suelen ser silenciosas”, resaltó la directora del establecimiento.
El proceso
Para llevar a cabo la creación de los trofeos, los alumnos se dividen en grupos, por lo tanto, en mi visita al taller, estuve acompañada por solo algunos estudiantes, quienes amablemente me contaron cada uno de los pasos a seguir.
El proceso se inicia con el “zarandeo” de la tierra, lo que significa que se tamiza para que las partículas de esta sean más pequeñas y permitan que el modelo se copie fácilmente. De allí, las tareas continúan en la mesa de trabajo, donde se prepara la “caja”: se trata de un tablero de madera rodeado por una caja que solo tiene paredes -no cuenta con tapa ni fondo-, que se encastra a otra igual. Dentro de ella, se acomodan las piezas que se quieren copiar, teniendo en cuenta cómo va a ingresar el aluminio y por dónde van a salir los gases que produzca el mismo. Acto seguido, se zarandea nuevamente la tierra y se coloca un polvo separador a las piezas, cuya principal característica es que es hidrófugo: no permite que la tierra húmeda se adhiera a estas -piezas-. Una vez más, se tamiza la tierra, se vuelca sobre los modelos a fin de que se copien mejor y se completa con “tierra de relleno” -esta no ha sido tamizada-. Luego, se compactan los bordes con un “pisón”, herramienta similar a un mortero, que sirve para comprimir. En el centro, se apisona de forma intercalada para que la tierra prensada y la suelta de relleno puedan juntarse y formar una capa uniforme hasta completar la caja. El excedente se quita con una regla y se acomoda prolijamente con una espátula. De esta forma, ya está lista la caja, que se da vuelta sobre un colchón de tierra para que los modelos queden hacia arriba y se ubica otra caja, que también se rellena con tierra.
Ya preparadas las cajas, es el momento de clavar una especie de aguja para formar canales que liberen los gases producidos al verter el aluminio. Se inserta, además, un “bebedero” para realizar un hueco por donde pasará dicho material y se conectan las piezas con canales marcados con tarugos. Después, se humedecen las paredes de estos y las piezas para que, al moverlas, puedan retirarse sin romper las figuras copiadas. A continuación, se quitan los modelos para que queden los moldes y se llevan a un colchón de tierra para separar las cajas y secarlas. Cuando están secas, vuelven a encastrarse, cubriendo de tierra sus laterales para evitar cualquier fuga de aluminio líquido al momento de realizar la colada del metal en la caja. Se funde el aluminio en un horno a 700° y se vierte por el orificio que dejó el bebedero, pasa por los canales y rellena las figuras que imprimieron los modelos, dando forma a las piezas que se utilizarán para los trofeos. Luego de algunas horas, una vez fríos, ya están listos para ser extraídos y ser terminados a mano para darles el acabado final.
Del trabajo silencioso al escenario de esta fiesta del deporte estudiantil
Este año, las Olimpíadas Deportivas de la Escuela de Agricultura cumplen 58 años de realización ininterrumpida. Del 15 al 20 de agosto, cientos de jóvenes -oriundos de distintas provincias de nuestro país y de algunos países limítrofes- se darán cita en nuestra institución, por lo cual, es un orgullo y un honor que la Escuela Técnica “Jorge Barraquero” esté presente en este evento a través del trabajo minucioso, detallista y comprometido de sus alumnos, docentes y directivos, a quienes la comunidad chacarera agradece profundamente el ser parte de las “Ecolimpíadas”.